1 de enero de 2011

2011, UNA ODISEA EN NUESTROS DERECHOS

Primero de todo, que tengáis un buen año....venga ya¡¡¡ basta de tantos buenos deseos. Si al 90% de las personas a las que se lo deseáis ni os va ni os viene lo bien o lo mal que les vaya, es simple cortesía. Que coñazo de felicitaciones, ¿que significa feliz año nuevo?, el resto del año tendrás que preguntar a esas mismas personas que tal les va, si necesitan algo, preocuparte por sus asuntos, ¿lo haces?. "Yo te felicito el año nuevo y luego ya tu te apañas el resto del año". Se felicita a alguien por algo que ha hecho, un acontecimiento presente, pero felicitar a alguien por el año nuevo no le veo sentido.
Dejando a parte mis problemas con los convencionalismos, por otra parte tan importantes para sentirnos parte del grupo, este año va a ser de todo menos feliz. No me refiero a que no vayamos a tener momentos buenos personales, que los habrá, me refiero que nos van a dar palos por todos lados y me refiero, sobre todo, a que nos van a castigar con todo aquello que tenga que ver con el Estado del Bienestar. Con la crisis omnipresente (si no existiese habría que crearla) y con la justificación de lograr controlarla y suavizar sus efectos, los gandingas de nuestros dirigentes van a tomar medidas duras, con los derechos de los demás, claro. Mientras:
  • Ayuntamientos en quiebra (si fuesen empresas todos sus habitantes estarían en el paro y el alcalde fugado a algún país sin acuerdo de extradición con España.
  • Dirigentes macarras y con gafas de sol, acusados de delitos muy graves, otros con causas prescritas (como si eso fuese suficiente para no dimitir). Se les olvida que un político no sólo debe ser honesto sino parecerlo.
  • Todos lo políticos nos tratan como a ceporros que no entendemos nada, y necesitan explicarnos las medidas que toman con explicaciones infantiles, como que la subida de la luz es lo que cuesta un café. Hace no mucho zapatero no sabía lo que costaba uno. Me lo dice un político, que no creo que lleve ni dinero en la cartera, acostumbrado a ir de gañote a todos lados. Con lo de que somos ceporros, estoy un poco de acuerdo, sino no se explica que a algunos se les siga votando.
  • Los "mercados" exigen que se tomen medidas para hacer ajustes. Como si los mercados fuesen un ente intangible que lo controla todo. Lo que demuestra que hemos pasado de adorar al becerro de oro para adorar al oro del becerro. No somos tan listos ni tan evolucionados (se nos llena la boca con el laicismo y con que esos que adoran a dioses para que llueva son unos retrasados), sólo hemos cambiado de dioses, pero seguimos sacrificando a los mismos de siempre para que no se enojen.
  • Hoy he visto una noticia en que se decía que se sanciona a la organización del Día del Orgullo Gay, que se celebra en Madrid, por ruido, ya que han superado los decibelios y han sido reincidentes. Claro, la que sanciona es Ana Botella, famosa por jugar a las parejitas, manzanas con manzanas, peras con peras, ¡¡churras con merinas!!. Si me parece bien que se sancione a quien se lo merezca, no por ser gay hay que protegerte y darte un trato de favor, pero estamos hartos de que en Semana Santa se corten nuestras calles y se griten saetas "altodecibelescas" por una manifestación. Siempre me he preguntado si la Iglesia pide permiso para ese tipo de manifestaciones y quien paga la factura, me refiero a la policía, personal sanitario y demás parafernalia. Hay que tratar a todos por igual. Pues me da en la nariz de que este año veremos muchas de estas, porque cuando las cosas no van bien lo que mejor viene es revolverlo todo para que con la polvareda no veamos lo que está pasando y nos preocupemos sólo del polvo que tenemos en la nariz sin ver más allá o sin ver lo más importante, y es que en el fondo nos están tangando.
  • Lo triste de estas polvaredas es que siempre se lanza el polvo contra los mismos (gays, parados, jubilados, funcionarios,...). y lo triste es que las personas "normales" gritaremos ¡maricones, vagos, mantenidos, que les bajen el sueldo, que los echen!. Porque si nosotros estamos mal, no soportamos que los que son de nuestro nivel estén algo mejor, ¡que les den!. Como con los poderosos no podemos, pues ya ni nos metemos con ellos.

Sólo sé que ha empezado el año y que no tengo claro que lo acabemos mejor de lo que lo empezamos. Sólo sé que me bajarán el sueldo y ahorraré menos, y que ningún político asumirá responsabilidades ni irá a la cárcel.
Sólo os pido una cosa: no hagáis nada por lo que os puedan sancionar, que no os pille un radar, no deis positivo en un control, sed puntuales con los recibos y que no os cobren intereses, que se jodan y no puedan recaudar a nuestra costa. Nuestros delitos los mantienen, los suyos nos llevan a la ruina.

5 comentarios:

Mara Jade Garland dijo...

Ains... tú al menos vas a ahorrar menos. Yo sólo aspiro a sobrevivir.

Un saludo y mantén los ojos bien abiertos, que las multas acechan en cualquier esquina.

Mara Jade Garland dijo...

Por cierto, a ver si cuando comentas en mi blog dejas bien la dirección del tuyo! ¿Cómo quieres que te visitemos si no?

El gandinga mayor dijo...

Me cagüen¡ La próxima vez que comente me cercioraré de que la dirección esté correctamente escrita para que tus ilustres seguidores me lean.

Anónimo dijo...

Puff!!!! Me asusta.

El común de los mortales sólo aspiramos a "jugar" a solucionar el mundo en las sobremesas. Y pienso que el 90% de los que nos creemos con criterio suficiente para decidir donde sí y donde no dedicar los presupuestos, nos acojonaríamos un poco-bastante si realmente tuviésemos que tomar la decisión.

Pero que tú, una persona con criterio, lance la toalla... Me asusta sobremanera. Me siento como ese tonto que mantiene la calma cuando todo el mundo corre gritando en la dirección contraria a la mía. Cláramente no sé dónde viene el fuego.

Optimismo y esfuerzo.

El gandinga mayor dijo...

No tiro la toalla, pobre de aquel al que le cayera. (por cierto, ¿cada cuanto tiempo hay que cambiar las toallas?). Lo que pasa es que nuestra toallas (las de la gente normal, asalariados hipotecados) les importan poco a los que dirigen nuestras vidas, les da igual que las tiremos o que nos las quedemos.
Por favor anónimo (que nombre más feo te pusieron jodi@), pon tu nombre que no pasa nada.